miércoles, 11 de febrero de 2009

Sala II. Prehistoria Reciente.

Se exponen los pequeños instrumentos de piedra destinados a ser engarzados en soportes de madera, conocidos como microlitos. Es un utillaje característico del final del Paleolítico Superior, anteriores al Neolítico, etapa conocida como Epipaleolítico (10.000 a 6.000 a. C.).

Durante el Neolítico (6.000 a 3.000 a. C.) por primera vez, el hombre será capaz de producir su propio alimento mediante la agricultura y la ganadería. A estas innovaciones acompañan también el conocimiento de la manufactura de la cerámica y el pulimento de la piedra.

En esta región, la Arqueología parece demostrar que la ganadería fue introducida con anterioridad a la agricultura.

Pertenecientes a comunidades pastoriles de la Sierra de Cádiz, en la sala se muestran cerámicas neolíticas decoradas y utensilios relacionados con el uso de colorantes.

El Dolmen de Alberite (4.000 a. C.). Situado en los Llanos de Villamartín, junto a cuatro sepulturas más. Es una gran galería cubierta en la cual se han realizado excavaciones desde 1.993. Las moles de piedra conservan la decoración pintada y grabada, representando soles, serpientes, armas y formas humanas. Esta gran tumba sólo se utilizó para dos cadáveres, acompañados por un rico y exótico ajuar funerario. La preparación del terreno para la construcción, el transporte de las piedras desde seis kilómetros de distancia, su decoración, la construcción y cubrición del monumento con una colina artificial, implicó un gran esfuerzo colectivo, en una organización tribal con indicios de desigualdad social.

La sociedad neolítica que construyó el Dolmen tenía ya una economía agrícola y ganadera plenamente implantada, y es la iniciadora del desarrollo de la explotación agropecuaria en esta comarca. Junto a una fiel reconstrucción del Dolmen, se presentan utensilios relacionados con la molienda del grano, el tallado de las losas de piedra de la tumba y los colorantes para la pintura.